Dentro de las tripulaciones españolas era común tener dibujantes que plasmaban las primeras imágenes de la región que exploraban.

La exhuberante vegetación de la región sorprendió a los exploradores. 

Todavía hoy, la galería Malaspina es una atractivo turístico. Esta ilustración pertenece a viajes hechos a mediados del siglo XIX.

El fuerte de Santa Cruz de Nutka es la única construcción oficial de la Corona Española en la región. Permaneció en su lugar por menos de una década.

En muchas ocasiones los diarios de navegación contenían ilustraciones de los lugares y sus habitantes.

A la llegada de los españoles, los nuu-chah-nulth eran una comunidad establecida dedicada a la pesca en la isla de Nutka.

El Jefe Maquinna era el líder y vocero de la comunidad. Tuvo que establecer contacto con los exploradores europeos.

Todavía hoy continúa el legado de Maquinna, después de varias generaciones de Jefes Maquinna.

Los españoles se dedicaron a cartografiar las regiones que exploraban.

Inicialmente los nombres en castellano que habían dado los exploradores españoles, pasaron al inglés.

Los españoles buscaban continuar su control de la región tal como lo hacían en Las Californias.

Durante años la Corona Española escondió estos documentos para asegurarse que las potencias enemigas no tuvieran acceso a sus descubrimientos.